👉 Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha buscado conexiones con lo desconocido, explorando los límites entre el mundo visible y el invisible. En este contexto de curiosidad y búsqueda espiritual, surge la ouija, una herramienta que ha fascinado y atemorizado a las personas durante décadas. En este artículo, exploraremos la historia, los usos y el misterio que rodea a la ouija.
👉 La ouija, también conocida como «tabla ouija» o «tablero espiritista», es un dispositivo utilizado para comunicarse con supuestas entidades espirituales o fuerzas sobrenaturales. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando la fiebre espiritista y el interés por el ocultismo ganaron popularidad. En 1890, Elijah Bond patentó la tabla ouija, que luego fue comercializada por Charles Kennard y William H.A. Maupin como un juego de salón.
La ouija se convirtió rápidamente en una herramienta de comunicación con el más allá. Se cree que los participantes colocan sus manos sobre un dispositivo en forma de plancha que se desliza por letras y números en un tablero, creando palabras y oraciones aparentemente generadas por espíritus. A lo largo de los años, la ouija ha sido tanto un medio de entretenimiento como una herramienta espiritual seria, atrayendo a personas con una variedad de creencias.
👉 Los usos de la ouija son diversos y a menudo reflejan las creencias y objetivos de quienes la utilizan. Algunos la ven como una herramienta de comunicación directa con los muertos, buscando respuestas, consejos o incluso la resolución de asuntos pendientes. Otros la consideran una forma de explorar el subconsciente, creyendo que las respuestas provienen de su propia mente. Además, algunos la utilizan como una forma de entretenimiento en reuniones sociales.
La ouija también ha sido objeto de controversia y temor. Muchas culturas y religiones la consideran peligrosa, ya que podría abrir puertas a entidades malévolas o tener efectos negativos en la psique de los participantes. Películas y relatos de terror han contribuido a la percepción de que la ouija puede desencadenar eventos paranormales aterradores.
👉 A pesar de su reputación misteriosa, la ciencia tiende a ofrecer explicaciones más racionales para la ouija. El efecto ideomotor, donde los movimientos musculares inconscientes de los participantes pueden dirigir el movimiento de la plancha, es una explicación plausible para la aparente comunicación con espíritus. Además, la ouija puede ser influenciada por el fenómeno de la sugestión, donde las expectativas de los participantes influyen en las respuestas generadas.
👉 La ouija sigue siendo una herramienta intrigante y polémica en el mundo moderno. Ya sea que se considere un vínculo genuino con el más allá o una manifestación de los deseos y expectativas humanas, su historia y misterio continúan cautivando a las personas. A través de sus altibajos en popularidad y su controvertido estatus, la ouija permanece como un recordatorio de la eterna búsqueda de respuestas más allá de nuestro mundo visible.
Hubo algunos casos aparentemente relacionados con la Ouija que se hicieron populares, desde supuestas posesiones, cambios de personalidad, objetos que se mueven, desenlaces fatales, etc…
A principios del siglo XX, Pearl Curran afirmó que a través de sesiones de ouija había contactado a un espíritu llamado Patience Worth. Supuestamente, Patience era una escritora del siglo XVII que canalizaba sus obras a través de Pearl. Estos eventos dieron lugar a varios libros y poemas que, según se decía, eran obras de Patience.
En 1929, Clara Germana Cele, una monja sudafricana, afirmó estar poseída por un espíritu maligno después de participar en sesiones de ouija. El caso llamó la atención internacional y llevó a un controvertido exorcismo realizado por la Iglesia Católica.
En la década de 1970, Doris Bither afirmó que estaba siendo atormentada por entidades después de usar una ouija. Este caso inspiró la película «The Entity» (1982), que relata sus supuestos encuentros con fuerzas sobrenaturales.
En 1981, Arne Cheyenne Johnson fue acusado de asesinar a su casero. Su defensa alegó posesión demoníaca como resultado de las experiencias de la hermana menor de su novia, Debbie Glatzel, con una ouija. Aunque la defensa no tuvo éxito, el caso se volvió famoso y fue la base para la película «The Conjuring: The Devil Made Me Do It» (2021).
Este caso tuvo lugar en Madrid, España, en 1991. Estefanía Gutiérrez Lázaro, una joven de 18 años, comenzó a experimentar fenómenos paranormales después de participar en una sesión de ouija con unos compañeros de clase. Los fenómenos incluían la aparición de sombras, la levitación de objetos y la aparición de marcas en el cuerpo de Estefanía. El caso fue investigado por la policía, pero no se pudo llegar a ninguna conclusión definitiva.
Participar en una sesión de ouija puede ser una experiencia intrigante, pero también es importante abordarla con precaución y respeto. Aquí hay algunos consejos para considerar si decides participar en una sesión de ouija:
Hay muchas películas sobre la ouija, pero aquí hay algunas de las más populares:
Recuerda que a priori la ouija no es un juguete y que es muy importante asesorarte bien e informarte sobre su uso, así como tratar de contactar con otras personas que ya tengan experiencia si decides probar.
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