julio 5, 2025

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👩 La historia entre Ivet Playà y Alejandro Sanz. 😠 «engañada, utilizada, humillada e incluso sucia»

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La historia entre Ivet Playà y Alejandro Sanz ha generado una controversia significativa tras las declaraciones públicas de Playà en redes sociales, particularmente a través de un video en TikTok publicado el 15 de junio de 2025. A continuación, se presenta un relato detallado y cronológico basado en la información disponible, con un enfoque crítico y neutral, respetando las directrices de no aceptar automáticamente las narrativas establecidas y considerando la falta de pruebas concluyentes en algunos aspectos.

¿Quién es Ivet Playà?

Ivet Playà es una joven catalana de 26 o 27 años (según las fuentes, su edad varía entre 26 y 27 en 2025), originaria de Barcelona, España. Se describe como una ex-fanática de Alejandro Sanz y ha trabajado como gimnasta profesional, además de presentarse en su perfil de Instagram como «Digital Creative Manager». Su vida personal no es ampliamente conocida, pero su testimonio reciente la ha colocado en el centro de la atención mediática.

Inicio de la relación (2015)

Según el relato de Ivet Playà, su vínculo con Alejandro Sanz comenzó en 2015, cuando ella tenía 18 años y él 49. Playà era una fan apasionada del cantante, y la interacción inicial ocurrió a través de redes sociales. Sanz, según Playà, la siguió en Instagram, le dio «me gusta» a sus publicaciones, comentó sus fotos y compartió contenido suyo en sus propias redes. Estas interacciones públicas evolucionaron a mensajes privados, lo que Playà describe como emocionante debido a la fama de Sanz. Ella ha presentado capturas de pantalla como evidencia de estas interacciones.

Playà enfatiza que, en ese momento, era una «niña» y que Sanz era plenamente consciente de su edad, lo que resalta un desequilibrio de poder debido a la diferencia de 31 años entre ambos. A los 19 años, Playà trabajó como dependienta para costearse viajes por España y asistir a 10 conciertos de Sanz en un mes y medio, algo que, según ella, el cantante sabía y que alimentó sus ilusiones de admiradora.

Evolución del vínculo

En 2015, cuando Playà cumplió 18 años, se encontraron en persona por primera vez en un contexto privado. Según su testimonio, la relación comenzó a desarrollarse más allá de la dinámica fan-ídolo, volviéndose personal. A los 22 años, Playà tomó una decisión significativa: dejó Barcelona y se mudó sola a Madrid después de que Sanz la contratara para trabajar con él. Aunque no se especifica en qué rol, se infiere que fue parte de su equipo en un proyecto profesional.

Playà asegura que, durante este período, la relación se volvió «íntima y sexual». Inicialmente, ella lo percibió como un sueño, pero con el tiempo, lo describe como una «terrible pesadilla». Según su relato, se sintió «engañada, utilizada, humillada e incluso sucia» debido a la dinámica de la relación y a la posibilidad de que contenido personal que compartió con Sanz en privado pudiera haber sido visto por terceros, ya que menciona que sus conversaciones eran «espiadas» por razones desconocidas.

Acusaciones de Playà

Playà no acusa a Sanz de conductas delictivas, aclarando explícitamente en su video y en una historia de Instagram que sus declaraciones se centran en «actitudes y comportamientos moral y humanamente inaceptables». Sus principales acusaciones incluyen:
Abuso de poder: Playà sostiene que Sanz aprovechó su posición como figura famosa y su admiración como fan para establecer una relación desigual, manipulándola emocionalmente.

Manipulación emocional: Describe que Sanz «jugó con sus sueños y su ilusión», alimentando sus expectativas como fan antes de que la relación se volviera personal y profesional.

Impacto emocional: Playà afirma que la relación le causó un «grave desgaste emocional», dejándola rota y con sentimientos de humillación y suciedad.

Realidad paralela: Playà critica que Sanz vive en una «realidad paralela», sintiéndose «por encima del bien y del mal», lo que considera peligroso porque nadie le pone límites. Ella cita una entrevista de Sanz en Vanity Fair (marzo de 2025) donde él dijo que podía ser «peligroso y llevarse a la gente por delante», interpretándolo como un reflejo de su experiencia: «A mí Alejandro Sanz me ha llevado por delante».

Trabajo con Sanz y gira de 2023

Playà continuó trabajando con Sanz hasta al menos el verano de 2023, cuando participó en dos giras que incluyeron 20 conciertos en 15 ciudades. En agosto de 2023, publicó un mensaje en Instagram agradeciendo a Sanz y expresando cariño, lo que ha generado confusión entre algunos usuarios, quienes cuestionan por qué parecía estar en buenos términos con él en ese momento si ahora describe la experiencia como traumática.

Motivación para hablar

Playà explica que su decisión de compartir su historia responde a una necesidad personal de «liberarse» y cerrar una etapa tras años de reflexión. En una entrevista telefónica con el programa TardeAR el 16 de junio de 2025, dijo que había pasado meses procesando sus emociones para «poner nombre» a lo que vivió. Asegura que no busca venganza ni acusar a Sanz de delitos, sino visibilizar comportamientos que considera moralmente reprobables. También menciona que no firmó ningún acuerdo de confidencialidad, lo que le da la libertad de hablar.

Reacciones públicas

El video de Playà, que ha tenido millones de visualizaciones en redes, ha generado un intenso debate en redes sociales. Las reacciones están divididas:
Apoyo a Playà: Algunos usuarios empatizan con su testimonio, destacando el desequilibrio de poder debido a la diferencia de edad y la dinámica fan-ídolo.

Escepticismo: Otros cuestionan la credibilidad de su relato, argumentando que no proporciona detalles específicos sobre las acciones «inhumanas» de Sanz o que su mensaje de 2023 contradice sus acusaciones actuales. Algunos sugieren que podría estar buscando atención o fama.

Críticas a la relación: Un usuario en X acusó a Sanz de «grooming», sugiriendo que los mensajes privados a una joven de 15 años no eran apropiados, aunque Playà no ha afirmado que las interacciones comenzaran antes de los 18. Esta afirmación no está respaldada por el testimonio de Playà ni por pruebas verificables.

Respuesta de Alejandro Sanz

Hasta la fecha, Alejandro Sanz no ha emitido un comunicado oficial sobre las acusaciones. Según el programa TardeAR, su equipo legal está «estudiando» el caso para determinar posibles acciones, pero el cantante ha optado por el silencio público.

Contexto adicional

Relación con Rachel Valdés: Algunas fuentes sugieren que la relación de Playà con Sanz podría implicar una infidelidad a Rachel Valdés, con quien Sanz estaba casado en la época de 2015. Sin embargo, esto no ha sido confirmado por Playà ni por Sanz.

Publicaciones contradictorias: La publicación de Playà en Instagram de agosto de 2023, donde elogia a Sanz y celebra las giras, ha llevado a algunos a cuestionar la coherencia de su narrativa actual. Playà ha respondido que necesita tiempo para proporcionar más detalles y que el foco de su denuncia no es lo que pasó, sino cómo se mantuvo el vínculo.

Sin denuncia legal: Playà ha reiterado que no busca acusar a Sanz de delitos, y no hay evidencia de una denuncia penal o investigación formal en curso.

Análisis crítico

El caso plantea preguntas sobre la dinámica de poder en relaciones entre figuras públicas y fans, especialmente cuando hay una gran diferencia de edad. Aunque Playà no acusa a Sanz de conductas ilegales, su testimonio resalta el prejuicio emocional de una relación que, según ella, cruzó límites éticos. La falta de detalles específicos sobre los comportamientos «inhumanos» y la ausencia de una respuesta oficial de Sanz dificultan una evaluación completa de los hechos. Además, la publicación de 2023 de Playà agradeciendo a Sanz podría interpretarse como una contradicción, aunque ella argumenta que ha necesitado tiempo para procesar su experiencia.
Por otro lado, las acusaciones de «grooming» en X no están respaldadas por el relato de Playà, ya que ella menciona que las interacciones comenzaron a los 18 años, no a los 15. Esto subraya la importancia de no asumir información no verificada. La narrativa de Playà se centra en el impacto emocional y moral, pero la falta de pruebas concretas y la naturaleza subjetiva de sus declaraciones generan división en la opinión pública.

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